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Desastre de Cajones



















































¡DESASTRE DE CAJONES¡

Buscando un imperdible, para recuperar un ojal y un botón perdido. Insignificancia que no se encuentra cuando mas lo necesitas. El recurso, tras mirar debajo de las alfombras. Los cajones. Por si casualidad...

Cajones de cómodas y mesitas viejas de los trasteros. Sorpresas y objetos inanimados en la quietud del olvido. Cerrados. Desde quien sabe cuando.

Objetos a los que ya no se les hace caso. Que en otro tiempo fueron usados y utilizados por su valor. En su tiempo.

Bombillas modernas y faroles antiguos, junto a ropa interior que no se sabe de quien fue. Retales de telas anidando bolas de naftalina para las polillas. Velas y velones junto con una canana de cartuchos a los que afortunadamente le falta la vieja escopeta del abuelo. Velas en antiguos lavabos de espejo. Entradas de algún antiguo concierto que viste hace tiempo junto con hojas sueltas de plástico y de papel que quedaron sin escribir. Viejos relojes viejos. Que no marchan. Unos junto a otros. A los cuales el tiempo ya les pasó. Por alguna avería dejaron pasar el tiempo. Cajas con papeles de hace muchos años. Quizás hojuelas de una partición de bisabuelos o “tatara”. Bolillas y caramelos, algunos “sacis”, cajas de pastillas “juanola”. Sabores que fueron. Algún apolillado diario de alguien. Cerrado. Sentimientos a los que ya nadie acude. Bombillas de colores que en otros días difuminaron la luz de una fiesta de cuando uno fue joven. Moqueros de papel. Cerillas y mariposas, para los santos. Cajas de tabaco extranjero de metal. Que alguien debió traer. Cajones en la mesilla de noche de un antepasado, llenos de monedas, que ya no tienen valor. Acaso en ningún tiempo lo tuvieron. Trompos y rebaileras. A los que no acompaña la cuerda. Seguramente perdida por atar cualquier cosa. Viejos albunes de fotos que alguien fue colocando y que ahora ya no tienen ningún orden. Fajos de carta, viejas cartas de amores perdidos o encontrados. Y que no han sido quemadas. Como para que o pase el tiempo. Aquellos sabores o sinsabores. Visillos tras los cuales las alacenas atrapan la luz.

Encontré muchas cosas. El imperdible, no.