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Wikipedia, GNU Licence. Estos textos no tienen que ver con el hecho
religioso)
Navidad
Celebración de la Navidad a
principios del siglo XX
La Navidad es la fiesta cristiana más
importante junto con la Pascua, en la que se conmemora
el nacimiento de Jesucristo. De las Iglesias cristianas, la Católica
y la Protestante celebran la Navidad el 25 de diciembre. En
cambio, la Iglesia Ortodoxa la celebra el 7 de enero, ya que no
aceptó el calendario gregoriano que reformó el calendario
juliano de la época romana.
En los idiomas latinos la palabra Navidad proviene de
"natividad" o nacimiento. Los anglosajones utilizan el
término christmas, cuyo significado es "misa de
Cristo", y en algunas lenguas germánicas, como el alemán,
la fiesta se denomina Weihnacht, que significa
"noche de bendición".
Según muchos historiadores y estudiosos de esta materia,
Jesús no nació ni en diciembre ni en enero, sino con toda
probabilidad en septiembre. Cuando la Iglesia convirtió a los
pueblos paganos del norte de Europa al cristianismo, constató
que para ellos la fiesta más importante era el solsticio de
invierno, es decir, el día más corto del año, a partir del
cual los días volvían a ser más largos. Es comprensible que
se celebrase ese día como algo muy especial, porque en esas
latitudes durante largos meses del año habían pocos horas de
sol y, en cambio, muchas horas de oscuridad. El solsticio de
invierno cae en 21 de diciembre y esos pueblos, que denominaban
ese día la fiesta de la luz o del sol, lo celebraban colocando
velas o antorchas en los árboles.
La Iglesia no quiso arrebatar a los pueblos paganos su
principal fiesta imponiéndoles otra, de forma que hizo
coincidir la fecha del nacimiento de Jesucristo con el día del
solsticio de invierno.
Durante muchos siglos la Navidad ha sido una fiesta de carácter
esencialmente religioso y solemne, en la que se reunían
familiares y amigos para celebrar conjuntamente el nacimiento de
Cristo. En tiempos más recientes esta fiesta ha adquirido un
carácter comercial, en el que la mayoría de las familias se reúnen
entorno a un árbol junto al cual se encuentran los regalos. Ha
sido este carácter comercial el que ha convertido la Navidad de
forma creciente en una fiesta popular en la mayoría de los países
del mundo, independientemente de las creencias religiosas en
cada uno de ellos.
Nadie
está absolutamente seguro del porqué el día de Navidad se
celebra el 25 de diciembre. Probablemente sea porque el
solsticio del invierno y el festival romano pagano llamados
Saturnalia ocurrían en diciembre. El solsticio del invierno es
el día donde hay el tiempo más corto entre el amanecer y el
anochecer, y ocurre entre el 22 y el 25 de diciembre. Para los
paganos esto significaba que el invierno llegaba a su fin y
pronto llegaría la primavera, por lo que tenían un festival
para celebrarlo y adoraban el sol por vencer la oscuridad del
invierno.
La Navidad fue celebrada como tal en el siglo 4, durante la época
del emperador romano Constantino (él era el primer emperador
romano cristiano). Él juntó el “día del sol pagano” (el
primer día de la semana) y el sabbath (el día santo de los
cristianos) y creó lo que ahora llamamos domingo.
El festival del saturnalia se celebraba alrededor de diciembre
25, así que él eligió celebrar Navidad en ese día. Algunas
organizaciones, como la iglesia Armenia, pensaban que la Navidad
debía celebrarse el 10 de enero, porque utilizaba un calendario
diferente al de los romanos. En el calendario de la Iglesia
Ortodoxa (todavía usado en algunas iglesias en Rusia del este
de Europa) la Navidad todavía se celebra el 7 de enero, porque
utilizan otro calendario.
San Agustín fue la persona que introdujo la navidad en el Reino
Unido junto con el cristianismo en el siglo VI. Él vino de los
países que utilizaban el calendario romano, así que celebraban
la navidad el 25 de diciembre. Poco a poco la gente de Gran
Bretaña y de Europa occidental llevaron la tradición por todo
el mundo.
Nacimiento
de Jesús
Jesús
debió de nacer poco antes del año 4 adC. Según algunos
autores, en torno al año 7 adC ó 6 adC:
- Según Lc
1,5 nació bajo el mandato de Herodes I el Grande, que se
calcula murió en el año 4 adC (datando la fundación de
Roma en 753 adC)
- Algunos
autores hacen referencia a una conjunción astral que tuvo
lugar en el año 7 adC o 6 adC, que pudo ser interpretado
como una estrella especial que anunciaba el nacimiento del
rey de Judea.
- La fecha
concordaría con la matanza de Herodes, de los niños
"de dos años para abajo".
- En Lc
2,1-7 se hace mención de que Jesús ha de nacer en Belén antes
del censo que iba a establecerse "gobernando
Quirino en Siria". Según Flavio Josefo, el censo
debió de tener lugar el año 6 o 7.
En
realidad, esta última referencia ha sido muy criticada, ya que
no coinciden las fechas y el censo habría tenido lugar cuando
Jesús hubiera cumplido ya cerca de 12 años de edad. Algunos
opinan que Lucas pudo confundir a Quirino con Quintilio. Muchos
exégetas opinan que en realidad, Lucas aprovechó este dato
histórico para elaborar un texto catequético por el cual
situar el nacimiento de Jesús en la ciudad del rey David, sin
importarle la exactitud de las fechas.
En
el año 525, el Papa Hormisdas encargó a Dionisio el Exiguo, un
astrónomo, abad escita de un monasterio romano, establecer como
año primero de la era cristiana, el del nacimiento de Jesús.
El problema es que se equivocó en unos 6 años al datar el
reinado de Herodes I el Grande, por lo que dedujo que Jesús
nació el año 753 de la fundación de Roma, cuando debió
suceder hacia el 748. En todo caso es una aproximación, ya que
tenemos que asumir como cierta y exacta la referencia de Lucas,
que claramente utiliza algunos datos históricos con grandes
libertades.
Tampoco
es posible definir el día en que nació. El 25 de diciembre se
celebraba en el imperio romano la fiesta del dios sol, al igual
que en la mayoría de civilizaciones conocidas. En estas fechas,
se observaba el máximo alejamiento del sol y los días más
cortos del año, por lo que se realizaban diversos ritos para
pedir que volviera a brillar con fuerza un año más. Los orígenes
de la adoración al dios sol se remontan a las creencias
orientales, persas y egipcias. El culto romano al "dios sol
invicto" comienza a tener importancia en el siglo III.
Aureliano proclama durante su mandato (270-275) la festividad
oficial del 25 de diciembre en honor al sol invictus.
El Papa Julio I, en el año 336 decidió sustituir las
festividades paganas en honor al sol, ordenando a la comunidad
cristiana conmemorar el nacimiento de Jesús en esa fecha.
No
hay certeza acerca del lugar en que nació. Según los
Evangelios, nació en Belén (Judea). Pero pudo ocurrir en
Nazaret (Galilea), en relación con su sobrenombre (Jesús de
Nazaret o Jesús el Nazareno), o bien en cualquier otro lugar.
Lo cierto, es que la localidad de Nazaret, no tenía relevancia
desde un punto de vista teológico, motivo por el cual, cabe
dentro de lo posible que Lucas situara el lugar de nacimiento en
Belén (Judea), en donde había nacido el rey David, a 7 Km al
sur de Jerusalén (Judea). Esto explicaría por qué utilizó a
Quirino y al censo como excusa para su elaboración literaria.
Así, se hacía referencia a una cita del Antiguo Testamento,
concretamente a (Miqueas 5,1):
Pero
tú, Belén 'Efratah,
aunque
pequeña para figurar entre los clanes de Judá, de ti me saldrá
quien
ha de ser dominador en Israel, cuyos orígenes vienen de antaño,
desde
los días antiguos.
Era
hijo de María. Respecto a su padre, también existe
controversia. El Nuevo Testamento se refiere a José como el
esposo de María, y no como el padre biológico de Jesús. De
hecho, relata que José tuvo que aceptar a este hijo de María,
que ya estaba en gestación antes de relacionarse con ella. El
propio Talmud expone que María fue violada, y como consecuencia
quedó embarazada de Jesús. En cuanto a Lucas y Mateo,
atribuyen la concepción de Jesús a un milagro de Dios, sin
participación del hombre. De estas referencias
neotestamentarias procede la idea de la concepción virginal. La
afirmación del mantenimiento de la virginidad (del himen)
durante el parto, tiene su origen en elucubraciones derivadas de
tabúes culturales, sin ningún fundamento teológico.
Si
bien es un dato controvertido, algunos afirman que debió de
tener hermanos o hermanastros. Sin embargo, no puede afirmarse
nada con certeza al respecto. La palabra utilizada para designar
a los hermanos, tanto en arameo, ( 'âch-'achâ), como
en griego, (adelphoi), también se utiliza para
denominar a los parientes o familiares. Respecto a una tumba
encontrada en el año 2002 donde puede leerse: "Jacobo,
hijo de José, hermano de Jesús", se ha desmostrado su
origen fraudulento.
Relatos
de infancia
Es
prácticamente imposible distinguir hechos reales de ficticios,
dada la clara elaboración literaria de tipo Midrash en estas
narraciones.
I. Adoración
de los Reyes Magos:
Hay claras referencias a Isaías 60:
Un
aflujo de camellos te cubrirá,
camellos
jóvenes de Madián y ‘Efah; todos vienen de Sabá;
oro
e incienso traen y anuncian las loas de Yahveh.
Por
tanto, la Adoración de los Reyes Magos podría representar un
relato de la adoración de los reyes del mundo al Mesías,
inspirándose en el texto del profeta Isaías. También podría
reflejar la mejor acogida que iba a tener por parte del pueblo
pagano que del pueblo judío.
II. Huída a
Egipto:
El propio Mateo hace referencia “al profeta”, citando un
versículo de Oseas 11:
Cuando
Israel era niño, Yo lo amé
y
de Egipto llamé a mi hijo.
Por
otro lado, el relato guarda cierto paralelismo con Éxodo 2.
Al igual que Moisés fue salvado de las aguas, Jesús es salvado
de la matanza de los niños que presuntamente había ordenado
Herodes I el Grande. Algunos calculan que pudieron ser 25-30 niños
de entre una población de unos 2000 habitantes. Teniendo en
cuenta que mandó matar a toda la familia de su esposa y a tres
de sus propios hijos, cabe dentro de lo posible. Sin embargo,
ningún historiador hace mención explícita al hecho. Parece
probable, por otro lado, que sea un relato ficticio con fines
catequéticos, junto con el de la adoración de los magos,
aprovechando la imagen de sanguinario que tenía Herodes entre
el pueblo judío. La elaboración de tipo midráshica del texto,
propia de Mateo, incluye la cita profética del Antiguo
Testamento (Jeremías 31,15):
Una
voz se oyó en Ramá,
un
llanto y un gran lamento:
Raquel
llorando a sus hijos.
Y
no quería consolarse porque ya no existen.
III.
Regreso a Palestina:
Mateo justifica este relato para explicar por qué al Mesías se
le había de llamar nazareno, habiendo nacido en Belén. Para
ello, hace referencia al cumplimiento de la palabra de los
profetas, si bien no es fácil identificar la cita en el Antiguo
Testamento. Según Mateo, Judea, a la que pertenecía Belén,
estaba bajo el poder de Arquelao, hijo de Herodes I el Grande.
Por temor, decidieron volver a Nazaret, que pertenecía a
Galilea.
Reyes
magos
De Wikipedia,
la enciclopedia libre.
Los
reyes magos son unos personajes que se citan en la Biblia, en el
Nuevo Testamento. No se sabe con certeza nada de ellos, ni
siquiera cuántos eran, únicamente lo que nos cuenta el
evangelista Mateo:
Nacido,
pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes,
llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde
está el rey de los judíos que acaba de nacer? (Mateo 2,1-2).
Y
al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y
postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron
presentes: oro, incienso y mirra. (Mateo 2:11, edición de la
Biblia de Reina-Valera 1960).
A
partir de ese relato, tanto la Iglesia Católica como el vulgo
en general han ido elaborando una historia sobre los hechos y la
personalidad de estas tres figuras.
La
tradición cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres,
que iban guiándose por una estrella que les condujo hasta Belén.
Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron,
ofreciendo oro (presente conferido a los reyes), incienso
(empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un
compuesto embalsamador para los muertos). Antes de llegar, en la
ciudad de Jerusalén, encontraron al gobernador Herodes el
Grande, quien astutamente les conminó a que, de regreso,
hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se
encontraba dicho niño, para poder ir él también a adorarle.
(En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó
la matanza de los inocentes).
La
historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los tres
reyes magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si
ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron
por el mismo sitio.
Con
el tiempo, en España y en otros países de tradición católica,
se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el día de
la Epifanía (el 6 de enero) con la festividad de los Reyes
Magos, conjugándose así la manifestación de Jesús al mundo
no judío con la fiesta de estos personajes que representaban
justamente ese mundo de gentiles. Poco a poco el vulgo fue
olvidando el significado verdadero de la palabra epifanía y la
convirtió en un sinónimo de adoración de los Magos.
En
Uruguay a la fiesta de la Epifanía se le llama Día de los Niños
y a la Navidad, Día de la Familia.
Desde
muy antiguo el tema de los Reyes Magos ha sido ejecutado por
artistas pintores y escultores. Les han representado en número
de tres, cuatro, y en algún caso (pocos) en número de dos.
Parece
ser que por el hecho de que el relato evangélico indicara que
trajeron tres dones: oro, incienso y mirra, se dio por sentado
que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en
algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran
dos, cuatro, siete y hasta doce.
La primera vez que surge el nombre con que hoy
conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar
Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la izquierda está
decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan
la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida
por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un
gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en
las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al
Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden
leer tres nombres, de derecha a izquierda: Melchor, Gaspar,
Baltasar...
Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros
detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes
de las tres razas conocidas en la antigüedad y representantes
de las tres edades del hombre.
En España y en los países de habla hispánica
existe la costumbre de poner regalos a los niños (y por extensión
a los mayores) en la noche del día 5 de enero. En España la
costumbre era poner los regalos en el balcón, sobre los zapatos
que previamente se habían colocado allí. A veces se dejaban
allí mismo dulces para obsequiar a los dignos visitantes y paja
para los camellos, que se supone era o es el medio de
transporte. En algunos lugares las autoridades reciben a los
Reyes con gran boato y organizan la llamada Cabalgata de Reyes
en que los personajes suelen ir montados a caballo o en
carrozas, vestidos con hermosos mantos y coronas en lugar de la
vestimenta frigia totalmente desconocida y olvidada. El día
siguiente, el 6 de enero es fiesta para todo el mundo y es el
momento en que los niños disfrutan de sus obsequios.
En los países de habla inglesa dedican el día 6 de
enero a desmontar todos los adornos de la Navidad. Antiguamente
se celebraban grandes festejos con ese motivo y se cocinaba un
pastel en que se escondía un haba, o una pequeña moneda de
plata. La persona que encontraba el haba o la moneda era
nombrada rey judío o señor del desorden y se veía obligada a
encargarse de los festejos de esa noche. Con el tiempo, la
fiesta fue aumentando y cambiando y se incluyeron bailes de máscaras
y representaciones teatrales. Esta tradición dio origen en España
al típico roscón de reyes que se toma en este día y que
esconde una pequeña sorpresa en su interior.
Se sabe que en el año 1601 los abogados de Londres
encargaron a Shakespeare una obra de teatro que se tituló Noche
de Reyes y que fue representada ante la reina Isabel I.
En la catedral de Colonia, Alemania se veneran los
supuestos restos de los Reyes Magos en una urna dorada colocada
en el altar mayor. Devoción que indudablemente surge en los años
de la Edad Media y durante la época de las Cruzadas donde abundó
la búsqueda y aprecio por las santas reliquias.
Es interesante notar que en tiempo de la colonización
española, especialmente en Cuba y Puerto Rico, este día era de
asueto para los esclavos negros que salían a las calles a
bailar al ritmo de sus tamboras. Esto origina el nombre de
Pascua de los Negros con que el dia es aún conocido en algunos
países.
La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado
también en los Evangelios Apócrifos. Según la tradición esotérica
cristiana, estos personajes procedían del lugar donde se
encontraba el Preste Juan.
Actualmente existe en el mundo un monumento a la
figura de los reyes magos, se encuentra en la localidad
alicantina de Ibi, España.
ORIGEN
DE LOS BELENES:
La
ciudad Palestina de Bet-le-hem, “casa del pan” era un pequeño
núcleo que distaba nueve kilómetros de Jerusalén y en la época
en que nació Jesús no debía contar con más de mil
habitantes, sobre todo pastores y campesinos.
Fue
allí donde tuvo lugar el acontecimiento que ha dado nombre a
los Belenes, aunque también existen otras denominaciones
como la de Nacimiento, extendida por toda nuestra geografía, o
la de Portal, llamada así por la zona del Sur de España, y la
de Pesebre que se da por Cataluña o Sudamérica. Cualquiera de
ellas es una bonita manera de llamar a esta representación plástica
que tradicionalmente llega a nuestros hogares con emoción y
devoción al final de cada año.
Desde
hace siglos, los cristianos han sentido la necesidad de
representar plásticamente el nacimiento de Jesús. En las
catacumbas romanas de Priscila ya en el siglo II, podemos
encontrar pintada una escena de la Virgen Maria sosteniendo en
brazos al Niño Jesús. Y en otras catacumbas de los siglos III
y IV se ven escenas de la Epifanía, con los Magos.
Sin
embargo, fue en 1.223, en el santuario de Grecchio, donde San
Francisco de Asís creo una versión del Nacimiento con
personajes y animales vivos. El ejemplo fue difundido por todos
los conventos de la orden franciscana por Santa Clara. Y
posteriormente la costumbre, se generalizó.
Pero
el testimonio mas antiguo de un Belén con figuras y no con
personas, lo encontramos en el año 1.252 en el monasterio alemán
de Füsen. Y en 1.300 encontramos el primer Belén en España,
concretamente en la catedral de Barcelona. Pocos años después
se inicia la gran difusión de los Belenes en el mundo católico
por el Papa Juan XXII
Esta
tradición se extendió a lo largo de la península en el
reinado de Carlos III. Precisamente serían
los escultores del siglo XVIII, como el murciano Salzillo,
o los valencianos José Gines y José Esteve Bonet, o los
catalanes Amadeu, Talaru y Vallmitjana, los que con sus
delicadas y graciosas figuras crearían los modelos, que luego
servirían para ser reproducidos en otros materiales.
Al
principio esta costumbre se limitaba a sectores de la sociedad
mas elevados, por lo que las figuras eran obras refinadas y
lujosas, pero la afición pronto se extendió por todas las
clases sociales, apareciendo unas figuras mas toscas realizadas
con barro y cartón, que fueron mas accesibles a las clases mas
humildes.
En
América, fueron los frailes quienes introdujeron las costumbres
navideñas cristianas, y entre ellas los nacimientos toman un
papel importante. Fray Pedro de Gante en la escuela que fundó
en Texcoco, adiestró a los mexicanos en la confección de
figuras y detalles de los nacimientos. (De http://www.iespana.es/belenes/index.htm)
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