NAVIDAD 

                       
                                                                   
 

 Arbol de los deseos Noche  Dia   Belen Doña Benita Pedrero   Luces y Arbol Deseos 2004

(De Wikipedia, GNU Licence. Estos textos no tienen  que ver con el hecho religioso)

Navidad

Celebración de la Navidad a principios del siglo XX

La Navidad es la fiesta cristiana más importante junto con la Pascua, en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo. De las Iglesias cristianas, la Católica y la Protestante celebran la Navidad el 25 de diciembre. En cambio, la Iglesia Ortodoxa la celebra el 7 de enero, ya que no aceptó el calendario gregoriano que reformó el calendario juliano de la época romana.

En los idiomas latinos la palabra Navidad proviene de "natividad" o nacimiento. Los anglosajones utilizan el término christmas, cuyo significado es "misa de Cristo", y en algunas lenguas germánicas, como el alemán, la fiesta se denomina Weihnacht, que significa "noche de bendición".

Según muchos historiadores y estudiosos de esta materia, Jesús no nació ni en diciembre ni en enero, sino con toda probabilidad en septiembre. Cuando la Iglesia convirtió a los pueblos paganos del norte de Europa al cristianismo, constató que para ellos la fiesta más importante era el solsticio de invierno, es decir, el día más corto del año, a partir del cual los días volvían a ser más largos. Es comprensible que se celebrase ese día como algo muy especial, porque en esas latitudes durante largos meses del año habían pocos horas de sol y, en cambio, muchas horas de oscuridad. El solsticio de invierno cae en 21 de diciembre y esos pueblos, que denominaban ese día la fiesta de la luz o del sol, lo celebraban colocando velas o antorchas en los árboles.

 

La Iglesia no quiso arrebatar a los pueblos paganos su principal fiesta imponiéndoles otra, de forma que hizo coincidir la fecha del nacimiento de Jesucristo con el día del solsticio de invierno.

Durante muchos siglos la Navidad ha sido una fiesta de carácter esencialmente religioso y solemne, en la que se reunían familiares y amigos para celebrar conjuntamente el nacimiento de Cristo. En tiempos más recientes esta fiesta ha adquirido un carácter comercial, en el que la mayoría de las familias se reúnen entorno a un árbol junto al cual se encuentran los regalos. Ha sido este carácter comercial el que ha convertido la Navidad de forma creciente en una fiesta popular en la mayoría de los países del mundo, independientemente de las creencias religiosas en cada uno de ellos.

 

 

Nadie está absolutamente seguro del porqué el día de Navidad se celebra el 25 de diciembre. Probablemente sea porque el solsticio del invierno y el festival romano pagano llamados Saturnalia ocurrían en diciembre. El solsticio del invierno es el día donde hay el tiempo más corto entre el amanecer y el anochecer, y ocurre entre el 22 y el 25 de diciembre. Para los paganos esto significaba que el invierno llegaba a su fin y pronto llegaría la primavera, por lo que tenían un festival para celebrarlo y adoraban el sol por vencer la oscuridad del invierno.

La Navidad fue celebrada como tal en el siglo 4, durante la época del emperador romano Constantino (él era el primer emperador romano cristiano). Él juntó el “día del sol pagano” (el primer día de la semana) y el sabbath (el día santo de los cristianos) y creó lo que ahora llamamos domingo.


El festival del saturnalia se celebraba alrededor de diciembre 25, así que él eligió celebrar Navidad en ese día. Algunas organizaciones, como la iglesia Armenia, pensaban que la Navidad debía celebrarse el 10 de enero, porque utilizaba un calendario diferente al de los romanos. En el calendario de la Iglesia Ortodoxa (todavía usado en algunas iglesias en Rusia del este de Europa) la Navidad todavía se celebra el 7 de enero, porque utilizan otro calendario.

San Agustín fue la persona que introdujo la navidad en el Reino Unido junto con el cristianismo en el siglo VI. Él vino de los países que utilizaban el calendario romano, así que celebraban la navidad el 25 de diciembre. Poco a poco la gente de Gran Bretaña y de Europa occidental llevaron la tradición por todo el mundo.
 

Nacimiento de Jesús

Jesús debió de nacer poco antes del año 4 adC. Según algunos autores, en torno al año 7 adC ó 6 adC:

  • Según Lc 1,5 nació bajo el mandato de Herodes I el Grande, que se calcula murió en el año 4 adC (datando la fundación de Roma en 753 adC)
  • Algunos autores hacen referencia a una conjunción astral que tuvo lugar en el año 7 adC o 6 adC, que pudo ser interpretado como una estrella especial que anunciaba el nacimiento del rey de Judea.
  • La fecha concordaría con la matanza de Herodes, de los niños "de dos años para abajo".
  • En Lc 2,1-7 se hace mención de que Jesús ha de nacer en Belén antes del censo que iba a establecerse "gobernando Quirino en Siria". Según Flavio Josefo, el censo debió de tener lugar el año 6 o 7.

En realidad, esta última referencia ha sido muy criticada, ya que no coinciden las fechas y el censo habría tenido lugar cuando Jesús hubiera cumplido ya cerca de 12 años de edad. Algunos opinan que Lucas pudo confundir a Quirino con Quintilio. Muchos exégetas opinan que en realidad, Lucas aprovechó este dato histórico para elaborar un texto catequético por el cual situar el nacimiento de Jesús en la ciudad del rey David, sin importarle la exactitud de las fechas.

En el año 525, el Papa Hormisdas encargó a Dionisio el Exiguo, un astrónomo, abad escita de un monasterio romano, establecer como año primero de la era cristiana, el del nacimiento de Jesús. El problema es que se equivocó en unos 6 años al datar el reinado de Herodes I el Grande, por lo que dedujo que Jesús nació el año 753 de la fundación de Roma, cuando debió suceder hacia el 748. En todo caso es una aproximación, ya que tenemos que asumir como cierta y exacta la referencia de Lucas, que claramente utiliza algunos datos históricos con grandes libertades.

Tampoco es posible definir el día en que nació. El 25 de diciembre se celebraba en el imperio romano la fiesta del dios sol, al igual que en la mayoría de civilizaciones conocidas. En estas fechas, se observaba el máximo alejamiento del sol y los días más cortos del año, por lo que se realizaban diversos ritos para pedir que volviera a brillar con fuerza un año más. Los orígenes de la adoración al dios sol se remontan a las creencias orientales, persas y egipcias. El culto romano al "dios sol invicto" comienza a tener importancia en el siglo III. Aureliano proclama durante su mandato (270-275) la festividad oficial del 25 de diciembre en honor al sol invictus. El Papa Julio I, en el año 336 decidió sustituir las festividades paganas en honor al sol, ordenando a la comunidad cristiana conmemorar el nacimiento de Jesús en esa fecha.

No hay certeza acerca del lugar en que nació. Según los Evangelios, nació en Belén (Judea). Pero pudo ocurrir en Nazaret (Galilea), en relación con su sobrenombre (Jesús de Nazaret o Jesús el Nazareno), o bien en cualquier otro lugar. Lo cierto, es que la localidad de Nazaret, no tenía relevancia desde un punto de vista teológico, motivo por el cual, cabe dentro de lo posible que Lucas situara el lugar de nacimiento en Belén (Judea), en donde había nacido el rey David, a 7 Km al sur de Jerusalén (Judea). Esto explicaría por qué utilizó a Quirino y al censo como excusa para su elaboración literaria. Así, se hacía referencia a una cita del Antiguo Testamento, concretamente a (Miqueas 5,1):

Pero tú, Belén 'Efratah,

aunque pequeña para figurar entre los clanes de Judá, de ti me saldrá

quien ha de ser dominador en Israel, cuyos orígenes vienen de antaño,

desde los días antiguos.

Era hijo de María. Respecto a su padre, también existe controversia. El Nuevo Testamento se refiere a José como el esposo de María, y no como el padre biológico de Jesús. De hecho, relata que José tuvo que aceptar a este hijo de María, que ya estaba en gestación antes de relacionarse con ella. El propio Talmud expone que María fue violada, y como consecuencia quedó embarazada de Jesús. En cuanto a Lucas y Mateo, atribuyen la concepción de Jesús a un milagro de Dios, sin participación del hombre. De estas referencias neotestamentarias procede la idea de la concepción virginal. La afirmación del mantenimiento de la virginidad (del himen) durante el parto, tiene su origen en elucubraciones derivadas de tabúes culturales, sin ningún fundamento teológico.

Si bien es un dato controvertido, algunos afirman que debió de tener hermanos o hermanastros. Sin embargo, no puede afirmarse nada con certeza al respecto. La palabra utilizada para designar a los hermanos, tanto en arameo, ( 'âch-'achâ), como en griego, (adelphoi), también se utiliza para denominar a los parientes o familiares. Respecto a una tumba encontrada en el año 2002 donde puede leerse: "Jacobo, hijo de José, hermano de Jesús", se ha desmostrado su origen fraudulento.

Relatos de infancia

Es prácticamente imposible distinguir hechos reales de ficticios, dada la clara elaboración literaria de tipo Midrash en estas narraciones.

I. Adoración de los Reyes Magos:
Hay claras referencias a Isaías 60:

Un aflujo de camellos te cubrirá,

camellos jóvenes de Madián y ‘Efah; todos vienen de Sabá;

oro e incienso traen y anuncian las loas de Yahveh.

Por tanto, la Adoración de los Reyes Magos podría representar un relato de la adoración de los reyes del mundo al Mesías, inspirándose en el texto del profeta Isaías. También podría reflejar la mejor acogida que iba a tener por parte del pueblo pagano que del pueblo judío.

II. Huída a Egipto:
El propio Mateo hace referencia “al profeta”, citando un versículo de Oseas 11:

Cuando Israel era niño, Yo lo amé

y de Egipto llamé a mi hijo.

Por otro lado, el relato guarda cierto paralelismo con Éxodo 2. Al igual que Moisés fue salvado de las aguas, Jesús es salvado de la matanza de los niños que presuntamente había ordenado Herodes I el Grande. Algunos calculan que pudieron ser 25-30 niños de entre una población de unos 2000 habitantes. Teniendo en cuenta que mandó matar a toda la familia de su esposa y a tres de sus propios hijos, cabe dentro de lo posible. Sin embargo, ningún historiador hace mención explícita al hecho. Parece probable, por otro lado, que sea un relato ficticio con fines catequéticos, junto con el de la adoración de los magos, aprovechando la imagen de sanguinario que tenía Herodes entre el pueblo judío. La elaboración de tipo midráshica del texto, propia de Mateo, incluye la cita profética del Antiguo Testamento (Jeremías 31,15):

Una voz se oyó en Ramá,

un llanto y un gran lamento:

Raquel llorando a sus hijos.

Y no quería consolarse porque ya no existen.

III. Regreso a Palestina:
Mateo justifica este relato para explicar por qué al Mesías se le había de llamar nazareno, habiendo nacido en Belén. Para ello, hace referencia al cumplimiento de la palabra de los profetas, si bien no es fácil identificar la cita en el Antiguo Testamento. Según Mateo, Judea, a la que pertenecía Belén, estaba bajo el poder de Arquelao, hijo de Herodes I el Grande. Por temor, decidieron volver a Nazaret, que pertenecía a Galilea.


Reyes magos

De Wikipedia, la enciclopedia libre.

Los reyes magos son unos personajes que se citan en la Biblia, en el Nuevo Testamento. No se sabe con certeza nada de ellos, ni siquiera cuántos eran, únicamente lo que nos cuenta el evangelista Mateo:

Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? (Mateo 2,1-2).

Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. (Mateo 2:11, edición de la Biblia de Reina-Valera 1960).

A partir de ese relato, tanto la Iglesia Católica como el vulgo en general han ido elaborando una historia sobre los hechos y la personalidad de estas tres figuras.

La tradición cuenta que vinieron de Oriente, en número de tres, que iban guiándose por una estrella que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al Niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciendo oro (presente conferido a los reyes), incienso (empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos). Antes de llegar, en la ciudad de Jerusalén, encontraron al gobernador Herodes el Grande, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño, para poder ir él también a adorarle. (En realidad, lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes).

La historia sigue contando cómo un ángel se apareció a los tres reyes magos y les advirtió del peligro que corría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio.

Con el tiempo, en España y en otros países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar al mismo tiempo el día de la Epifanía (el 6 de enero) con la festividad de los Reyes Magos, conjugándose así la manifestación de Jesús al mundo no judío con la fiesta de estos personajes que representaban justamente ese mundo de gentiles. Poco a poco el vulgo fue olvidando el significado verdadero de la palabra epifanía y la convirtió en un sinónimo de adoración de los Magos.

En Uruguay a la fiesta de la Epifanía se le llama Día de los Niños y a la Navidad, Día de la Familia.

Desde muy antiguo el tema de los Reyes Magos ha sido ejecutado por artistas pintores y escultores. Les han representado en número de tres, cuatro, y en algún caso (pocos) en número de dos.

Parece ser que por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones: oro, incienso y mirra, se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran dos, cuatro, siete y hasta doce.

La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la izquierda está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Melchor, Gaspar, Baltasar...

Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad y representantes de las tres edades del hombre.

En España y en los países de habla hispánica existe la costumbre de poner regalos a los niños (y por extensión a los mayores) en la noche del día 5 de enero. En España la costumbre era poner los regalos en el balcón, sobre los zapatos que previamente se habían colocado allí. A veces se dejaban allí mismo dulces para obsequiar a los dignos visitantes y paja para los camellos, que se supone era o es el medio de transporte. En algunos lugares las autoridades reciben a los Reyes con gran boato y organizan la llamada Cabalgata de Reyes en que los personajes suelen ir montados a caballo o en carrozas, vestidos con hermosos mantos y coronas en lugar de la vestimenta frigia totalmente desconocida y olvidada. El día siguiente, el 6 de enero es fiesta para todo el mundo y es el momento en que los niños disfrutan de sus obsequios.

En los países de habla inglesa dedican el día 6 de enero a desmontar todos los adornos de la Navidad. Antiguamente se celebraban grandes festejos con ese motivo y se cocinaba un pastel en que se escondía un haba, o una pequeña moneda de plata. La persona que encontraba el haba o la moneda era nombrada rey judío o señor del desorden y se veía obligada a encargarse de los festejos de esa noche. Con el tiempo, la fiesta fue aumentando y cambiando y se incluyeron bailes de máscaras y representaciones teatrales. Esta tradición dio origen en España al típico roscón de reyes que se toma en este día y que esconde una pequeña sorpresa en su interior.

Se sabe que en el año 1601 los abogados de Londres encargaron a Shakespeare una obra de teatro que se tituló Noche de Reyes y que fue representada ante la reina Isabel I.

En la catedral de Colonia, Alemania se veneran los supuestos restos de los Reyes Magos en una urna dorada colocada en el altar mayor. Devoción que indudablemente surge en los años de la Edad Media y durante la época de las Cruzadas donde abundó la búsqueda y aprecio por las santas reliquias.

Es interesante notar que en tiempo de la colonización española, especialmente en Cuba y Puerto Rico, este día era de asueto para los esclavos negros que salían a las calles a bailar al ritmo de sus tamboras. Esto origina el nombre de Pascua de los Negros con que el dia es aún conocido en algunos países.

La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los Evangelios Apócrifos. Según la tradición esotérica cristiana, estos personajes procedían del lugar donde se encontraba el Preste Juan.

Actualmente existe en el mundo un monumento a la figura de los reyes magos, se encuentra en la localidad alicantina de Ibi, España.

ORIGEN DE LOS BELENES:

La ciudad Palestina de Bet-le-hem, “casa del pan” era un pequeño núcleo que distaba nueve kilómetros de Jerusalén y en la época en que nació Jesús no debía contar con más de mil habitantes, sobre todo pastores y campesinos. 

Fue allí donde tuvo lugar el acontecimiento que ha dado nombre a los Belenes, aunque  también existen otras denominaciones como la de Nacimiento, extendida por toda nuestra geografía, o la de Portal, llamada así por la zona del Sur de España, y la de Pesebre que se da por Cataluña o Sudamérica. Cualquiera de ellas es una bonita manera de llamar a esta representación plástica que tradicionalmente llega a nuestros hogares con emoción y devoción al final de cada año.

Desde hace siglos, los cristianos han sentido la necesidad de representar plásticamente el nacimiento de Jesús. En las catacumbas romanas de Priscila ya en el siglo II, podemos encontrar pintada una escena de la Virgen Maria sosteniendo en brazos al Niño Jesús. Y en otras catacumbas de los siglos III y IV se ven escenas de la Epifanía, con los Magos.

Sin embargo, fue en 1.223, en el santuario de Grecchio, donde San Francisco de Asís creo una versión del Nacimiento con personajes y animales vivos. El ejemplo fue difundido por todos los conventos de la orden franciscana por Santa Clara. Y posteriormente la costumbre, se generalizó.

Pero el testimonio mas antiguo de un Belén con figuras y no con personas, lo encontramos en el año 1.252 en el monasterio alemán de Füsen. Y en 1.300 encontramos el primer Belén en España, concretamente en la catedral de Barcelona. Pocos años después se inicia la gran difusión de los Belenes en el mundo católico por el Papa Juan XXII

Esta tradición se extendió a lo largo de la península en el reinado de Carlos III. Precisamente serían  los escultores del siglo XVIII, como el murciano Salzillo, o los valencianos José Gines y José Esteve Bonet, o los catalanes Amadeu, Talaru y Vallmitjana, los que con sus delicadas y graciosas figuras crearían los modelos, que luego servirían para ser reproducidos en otros materiales.

Al principio esta costumbre se limitaba a sectores de la sociedad mas elevados, por lo que las figuras eran obras refinadas y lujosas, pero la afición pronto se extendió por todas las clases sociales, apareciendo unas figuras mas toscas realizadas con barro y cartón, que fueron mas accesibles a las clases mas humildes.

En América, fueron los frailes quienes introdujeron las costumbres navideñas cristianas, y entre ellas los nacimientos toman un papel importante. Fray Pedro de Gante en la escuela que fundó en Texcoco, adiestró a los mexicanos en la confección de figuras y detalles de los nacimientos. (De http://www.iespana.es/belenes/index.htm)

 

 

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